Entre gallos y medianoche juró María Teresa Day
En secreto y sin anuncio oficial, el gobernador Rodolfo Suárez le tomó juramento a María Teresa Day como integrante de la Suprema Corte de Justicia y hoy Mendoza está envuelta en un verdadero escándalo institucional.
La flamante magistrada no tuvo tiempo ni de ir a la peluquería, en tanto que Jorge Nanclares, que estaba esperando que le llegara la jubilación para irse, ni se enteró que ya no era juez.
Pasó todo muy rápido, algo jamás visto en la historia judicial mendocina. En horas de la mañana, únicamente con el visto bueno de los radicales-pro, Day recibió el respaldo del Senado. A partir de allí el camino le quedó libre para llegar al máximo tribunal de Mendoza. Aunque era algo obvio, teniendo en cuenta que el oficialismo tenía los números, nadie se imaginó que a los pocos minutos, Suárez le tomaría juramento.
Cuando Nanclares presentó su renuncia, el primer mandatario provincial anunció que su lugar sería ocupado por una mujer, pero que recién asumiría cuando el juez tuviera en sus manos su primer sueldo como jubilado.
Acorralado, quizás porque su candidata no cumplía con los requisitos para integrar la Suprema Corte, tal como lo indica la Constitución, el primer mandatario cambió de planes y dijo que con el trámite iniciado para jubilarse alcanzaba para decirle «chau» a Nanclares. Así fue que redactaron otra normativa y lo despidieron sin demasiados preámbulos.
La gran duda, que luego se transformó en queja, era si ella cumplía con lo que dice la madre de todas las leyes. Es que no tenía antecedentes como magistrada, ni como abogada, tal como exige la norma.
Aunque fue Suárez, como gobernador, quien la eligió, nadie desconoce que Alfredo Cornejo fue quien se la impuso. De esta forma, el diputado nacional ya le dio la bendición a tres personas para llegar a la Suprema Corte: José Valerio, Dalmiro Garay y ahora María Teresa Day.
No es un dato menor que la mayoría de los miembros del máximo tribunal le responden.
Diario Mendoza Sur
